lunes, 16 de mayo de 2022

Pepper Ann, Pepper Ann, en su generación no hay rival


Como muchacho producto del nuevo milenio, y con mala memoria debo señalar que mis recuerdos de dibujos de la infancia se limitan a cosas superficiales, la mayoría de ellas no son anteriores al 2005 a no ser que hayan tenido reposiciones en condiciones. Toda mi generación conoce y venera una serie que se llama La Banda del Patio. Tengo pendiente revisitarla, en parte debido al cariño que existe por ella, que es más que notorio. Una vez cada seis meses aparece alguna imagen de Spinelli, conocida como un icono de la rotura de los estereotipos tradicionalmente femeninos. 

O algún clip rompedor señalando la calidad de diálogo y los temas sociales que trataba la serie. Pues bien, Pepper Ann es otra serie que estuvo en emisión más o menos los mismos años en los que se emitió La Banda del Patio, y sin embargo, no resulta ni la mitad de reivindicada de lo que es la anterior. Lo curioso de ésta historia es que el personaje es conocido. Pones imágenes por ahí, y probablemente alguien de 25 para arriba sabe decirte quién es, pero normalmente no suelen recordar de qué trataba la serie.

Empezando por la punta del iceberg Pepper Ann es un slice of life centrado en la vida de una chica de 12 años llamada Pepper Ann Pearson, vive con su madre Lydia y su hermana menor Moose. Va al instituto de la ciudad de Avellana con sus dos mejores amigos, Milo Kamalani y Nicky Little, donde tienen aventuras y afrontan el paso del colegio al instituto. De momento no suena demasiado rompedor, pero la gracia de la serie no está en su superficie, sino en su forma de hacer las cosas, y cómo se distinguía de los demás.

Con lo que he contado hasta ahora deberíais tener más o menos esta imagen mental, es decir, nada fuera de lo normal.


Mi problema a la hora de visitar series antiguas es el miedo a encontrarme mensajes con los que no tragamos a día de hoy. Ya sabéis, estereotipos andantes, moralejas desactualizadas, y el trato hacia los personajes femeninos donde la mayoría solían actuar como intereses románticos de los protagonistas... La magia de Pepper Ann reside en sus personajes, y en las relaciones que tienen entre ellos. Esos cinco personajes que tenéis ahí son prácticamente la rotura de un estereotipo diferente, son frescos y originales con respecto a lo que estábamos acostumbrados la televisión de la época.

Milo Kamalani, su mejor amigo, es un artista imaginativo. Es tranquilo, apacible, de buen rollo y odia meterse en problemas. Se junta con Pepper Ann y Nicky la gran mayoría del tiempo. Esto le llega a causar inseguridades con respecto a su masculinidad porque no se siente un "hombre de verdad". Su madre Lydia es una mujer divorciada que cuida de sus dos hijas y trabaja al mismo tiempo con todo el amor del mundo. E incluso tiene tiempo para salir algunas noches disfrutando de su vida y tener citas con algunos hombres.

Su introvertida hermana pequeña, Moose solía ser confundida con un chico. No encajaba con los roles de género establecidos, patina, le gustan los cómics, los muñecos de acción... Y su forma de vestir era totalmente masculina. Nicky es una chica muy inteligente que disfruta de la compañía de Milo y Pepper Ann, el personaje es aprovechado para meter diálogos o críticas adultas que los niños pequeños rara vez van a entender, con comentarios que abordan desde la igualdad de género, la libertad de expresión o incluso teoría del lenguaje.


Es muy guay ya verás, en su cole no hay rival...


En cuanto a la propia Pepper Ann, comparte gustos con su hermana, le gustan los videojuegos, los batidos, las pizzas, leer cómics y soñar despierta. Pero no era ni mucho menos una persona introvertida. Desde el primer minuto con la intro te dejan claro que clase de personaje es. No tenía miedo a gritar, a expresarse, a marcar allá por dónde pasaba... Le gustaba destacar. Adora maquinar planes absurdos y desorbitados para resolver situaciones que suelen salir mal. 

Su imaginación es desbordante, para bien y para mal. Muchas veces el humor y los conflictos de la serie proceden de escenarios ficticios que se monta en la cabeza exagerando las situaciones que atraviesa. En un episodio está aterrorizada porque tiene miedo de que le vean con su madre dándole un beso en la puerta del instituto. Piensa que le van a perseguir las cámaras de televisión, sus compañeros de clase y llegará la extinción de la raza humana, cuando en la realidad no es más que un suceso normal al que le ha dado más importancia de la que debería.

Es su mayor amiga y enemiga. Es su luz y sombra. Hasta tiene conversaciones consigo misma a lo largo de la serie, en su mayoría como una llamada a la sensatez ante las inquietudes y ansiedades de Pepper Ann Pearson. No tiene miedo de equivocarse y tomar malas decisiones, aprende de ellas y rara vez tiene malas intenciones. Cuando le piden ayuda acude con sus locos planes absurdos buscando dando lo mejor de sí misma siempre que puede.

La mano femenina en los guiones era más que notoria y refrescante, podían dedicar episodios tronchantes con situaciones femeninas como la compra del primer sujetador, o una convención feminista de formas que podían resultar entretenidas para cualquier persona. A pesar de no haber sido creada con ese objetivo en mente, su creadora Sue Rose se siente más que orgullosa de poder ofrecer un punto de vista alternativo. Estos estereotipos por parte de directivos de televisión los cuales pensaban que las líderes femeninas no gustarían a los hombres empezaban a caer en saco roto en un mundo en el que personajes como Daria o Lisa Simpson rompían moldes con sus sentimientos y comentarios sociales universales.

En su día fue recomendada para todas las edades, pero debido al tratamiento de temas sin medias tintas como el divorcio, el género, el racismo, la ambigüedad moral, el desempleo... provocaron que su edad recomendada elevara hasta los mayores de siete años. Los 25 años de Pepper Ann pueden notarse en algunos sentidos, principalmente en el personaje de Dieter, un estereotipo del típico estudiante europeo de intercambio al que le encantan las salchichas. Pero por otra parte que una serie de finales de los 90 se atreviera a hacer un episodio sobre la apropiación cultural en el que se critican las ideas preconcebidas y dañinas de los indios nativos que aprendemos con la cultura popular que fue más que admirable,.

Salvo algunos detalles sueltos como lo comentado, Pepper Ann podría pasar como una serie de ahora en muchos sentidos. Claro que hay temas desactualizados gritando que son los "años 90" hasta en el carné, pero no tienes que ir con una mente puesta en la época para disfrutarla durante la mayoría del tiempo. Puede que el mundo de la ciudad de Avellana fuese demasiado idílico, sin embargo, normalizar es el primer paso, y la protagonista normalizaba un estilo de vida femenino que estaba infrarrepresentado en los medios de comunicación.

Su creadora no era consciente de la existencia de las personas trans y no binarias en el momento que crearon a Moose (su hermana pequeña), ella se basó en su propia hermana de la vida real, y se comportaba de la misma forma que el personaje. Ni los ejecutivos de Disney le pusieron pegas al respecto, probablemente al no ser conscientes tampoco. Lo que sí vigilaron con lupa fueron las trazas de cualquier posible referencia al colectivo LGBT+, ya que Sue Rose era lesbiana. Por lo tanto, no sólo fue la primera mujer en crear una serie para Disney, si no que además fue la primera mujer LGBT en crearla. 

Esto no volvería a repetirse hasta la llegada de Star contra las fuerzas del mal en 2015, de Daron Nefcy y la primera creadora LGBT+ con Casa Búho, de Dana Terrace, en 2019. 18 y 22 añazos de distancia respectivamente. A pesar de saber que en esos años resultaba imposible, intentaron meter algún personaje LGBT, intentos que resultaron en vano ante los ejecutivos de Disney. Sue Rose animaba a sus guionistas a no limitarse, aún sabiendo que no había forma de que eso pudiera llegar a la televisión creía que era importante que eso llegara a las oficinas para empezar a subir escalones poco a poco.


También fue cortada una escena con Milo en la que se probaba un sujetador e incluso los directivos cuestionaron su gorro violeta al pensar que podía ser un icono de la bandera LGBT+ escondido. Como ella misma comentó, no buscaba revolucionar nada ni hacer historia, simplemente veía otras formas de vida reflejadas en la televisión y pensaba en por qué la suya no podía estar representada igual que las demás. Después del final de Pepper Ann, en el ámbito infantil las cosas avanzaron de forma muy lenta en lo que a representación se refiere. 

No sería hasta la llegada de Gravity Falls y Star contra las fuerzas del mal donde ofrecerían algunos de los primeros personajes LGBT+ en la animación de Disney Channel, y no serían por las buenas precisamente En el 2019, Casa Búho haría historia con la primera protagonista bisexual con una relación sáfica en pantalla. Sue Rose tiene razón, las cosas avanzan pero a un ritmo más lento de lo que esperábamos. Pepper Ann llegó a su fin en Noviembre del año 2000 con un episodio muy especial llamado El Final en el que conoceríamos su futuro donde no ha cumplido sus sueños y ha perdido el contacto con sus amigos del instituto Nicky y Milo.

El episodio alterna entre escenas del último día de curso y el futuro donde Pepper Ann desea pirarse para no volver a ver a nadie nunca más, finalmente se reconcilia con ellos y en su escena final se sienta en la mesa que cogía cada tarde para maquinar sus planes junto a Nicky y Milo rememorando los viejos tiempos. Su legado ha dado pie a personajes como Anne Boonchuy, protagonista de la serie Anfibilandia debido a que su creador, Matt Braly, es un fanático del personaje. Incluso consiguió colarla en el penúltimo episodio de su serie donde también harían historia cerrando una de las series más seguidas del canal en los últimos años.

Encuentra a la prota entre el público, no es difícil.


Pepper Ann se emitió en España en Disney Channel en el Canal Satélite, Toon Disney, Telecinco y Televisión Española. Una generación creció con sus aventuras, para quedar olvidada posteriormente debido a que nunca se lanzó en formato doméstico ni en los propios Estados Unidos. Esto desembocó en que algunos fanáticos acabaran recopilando episodios durante años en cintas caseras para preservarlos en internet, la mayoría con copias de calidad cuestionable. Algunos de ellos incluso quedaron perdidos durante años. No sería hasta su llegada a Disney+ donde se podría disfrutar de forma legal y reescalada en alta definición.

Resumiendo, de momento en Disney+ España sólo se encuentran las primeras dos estaciones y sin doblaje a la vista, en otros países está al completo. Recientemente han dado más doblajes (incluyendo algunos redoblajes en algunos idiomas como el alemán).
Os animo a echarle un vistazo a pesar de todo. Yo quería ponerme a hacer otras cosas, bastantes, de hecho, pero esta serie no me ha dejado. Sigo pensando en lo graciosa y 
lo divertida que es. En algunos chistes, en sus personajes y aventuras... Espero que si acercáis vuestros morros a la serie os pueda dar algunas risas, reflexiones e incluso que su juventud os ayude a empoderaros porque así es el espíritu de Pepper Ann Pearson. 
Echando partidas al Mascavainas y moviéndose en patines hasta el final de los tiempos.