Aquí me encuentro, escribiendo esto desde el aula de informática de mi instituto. Hoy es mi último día de examenes y he podido sacar un rato libre para escribir un poco sobre lo que me ha parecido este curso. (Bueno vale, una exageración extrema.)
Han pasado días, semanas y meses desde que hice ese examen de recuperación de Matemáticas, y decidí que quería estudiar Ciencias ya que pensaba que era lo que más me iba a gustar, no podría haber estado mas equivocado en toda mi vida.
El fatílico mes de Septiembre en el que me reuní con viejos compañeros llegó tan rápido como un golpe de realidad en la cara de los chicos que llevaban todo el Verano echándose arena en la cara. Comenzaron las listas en las que se decidían en que clase ibas a caer, en un principio pensaba que no iba a entrar en esa clase por mis bajas notas en Matemáticas y Física y Química, pero digamos que la suerte también influye en estas cosas.
Dijeron y dijeron nombres hasta que llegó el mío y subí al porche para reunirme con mis demás compañeros, que por suerte, en su mayoría ya les conocía y eran algunos de mis mejores amigos, así que de eso no iba a tener problemas, los problemas llegan ahora. Desde que fuí a coger mi libro de Matemáticas B y Física y Química ya me empezaba oler algo a podrido.
Empecemos hablando de mi profesor de Matemáticas, era temidamente conocido como "Don Limpio" debido a su brillante calva y a su famosa bata de matemático. Parecía un tío majo y simpático, pero cuanto más simpático parezca un profesor, más duro va a ser su golpe. Llegué confiado a su primer examen y ¡BUM! Números por doquier con los que no entendía un pimiento.
En ese momento supe que la pesadilla acababa de comenzar.
(Segunda parte y película próximamente)
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